EQUITACIÓN CRIOLLA

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Desde los inicios, La Baguala fue un punto de reunión de gente afín al criollo y a las cosas nuestras. Paralelamente a la creación del centro de entrenamiento, se le dio forma a la primera escuela de equitación criolla. La actividad en La Baguala fue transformándose de una juntada con amigos para correr algunas vacas el fin de semana, asado y guitarreada de por medio,  a la creación de una escuela organizada, brindando pasantías, clases y cursos.

El desafío siempre fue formar buenos jinetes capaces de fusionar la destreza, violencia y velocidad que cualquiera de las pruebas funcionales de la raza exigen, con la corrección y prolijidad del arte de la buena equitación, Transmitir la pasión por los caballos criollos, entendiendo que los logros son el resultado de la constancia, dedicación y disciplina, tanto del  caballo como del jinete.

"Cuando era chico y hacía mis primeras presentaciones en las pistas de la Sociedad Rural de Rosario, con 13 ó 14 años, me acuerdo de estar participando en la FZB, con la primer yegua que domé, la Polca, de botas de potro, espuelas nazarenas y lazo a los tientos, y al lado mío Don Rosauro Gallegos, presentando al Gavilán..., un caballero a caballo... Fue la primera vez que vi un caballo arreglado. Algo totalmente diferente a lo que conocía, moviendo al animal con una sutileza extraordinaria. No pude más que quedarme asombrado.... En esa época no había quién te enseñara mucho, nos nutríamos de lo que podíamos deducir u observar. Hoy trato de transmitir  lo que sé, lo que aprendí a base de prueba y error, lo que fui tomando de otras culturas ecuestres, lo que amablemente compartieron conmigo grandes personas del mundo del criollo."

Martín F. Crespo